Blog de Talleres de Escritura Fuentetaja

http://www.clubdeescritura.com/convocatoria/ver/micropostal

El arte postal es siempre un arte de la generosidad: es arte que se regala. Es pues arte puro, liberado de cualquier esclavitud o tentación comercial, de cualquier frustración causada por la falta de público: el arte postal siempre tiene al menos un lector. En el mismo impulso de su origen cierra el círculo imprescindible a toda creación: llegar a alguien. Arte generoso y arte humilde, pocos registros permiten a la imaginación volar con mayor libertad. ¿Qué más se puede pedir?

Creación híbrida donde las haya, las correspondencias creativas tienen una antiquísima tradición, y a su llamada han acudido poetas, artistas plásticos, músicos, filósofos, escritores de todo pelaje desde tiempos inmemoriales. Desde las inolvidables cartas de Emily Dickinson a sus amigos y seres queridos (sus poemas eran también y siempre regalos: no pretendía publicarlos) en pleno siglo XIX, hasta las creaciones más atrevidas de los surrealistas y los dadaístas, Marcel Duchamp o el movimiento Fluxux, los dos últimos siglos han sido particularmente fértiles. Y a menudo un recurso muy socorrido en el contexto de ficciones de todo tipo. Ya más reciente, el fenómeno de las video-cartas y las video-postales que se propagan por miles por mail o en Youtube u otros canales de video en internet, no está haciendo más que actualizar a los tiempos digitales un arte que, aunque siempre estuvo muy apegado al papel, tiene muchas posibilidades que lo trascienden.

Aunque el arte postal es extensivo a todo lo que sean cartas, no sólo tarjetas postales, éstas han sido durante el pasado siglo su recurso más popular. ¿Quién no ha mandado una postal desde un viaje y ha intentando ser un poco creativo, regalar una gota de ingenio en el escueto espacio que concede el reverso de una tarjeta? ¿Quién no siente una punzada de emoción al recibir en el buzón unas palabras generosas surgidas de la imaginación y envueltas en el afecto de algún amigo que ha sabido seleccionar con mimo para nosotros una imagen y unas palabras que la acompañan plenas de intención?

Existen casos míticos, como el del brillante e imaginativo crítico de cine francés Serge Daney, capaz de hacer un viaje a un lugar determinado con la motivación principal de mandar desde allí una postal a un amigo. Es justamente la popularidad y universalidad de las tarjetas postales como territorio de expresión creativa lo que nos lleva a elegir este formato, rescatando una antigua propuesta de la sección “Consignas lúdicas” de nuestro tradicional Taller de Escritura Creativa , para esta nueva y original convocatoria de concurso de creación en el contexto del Club de Escritura Fuentetaja.

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